En el alquiler de coches con conductor ofrecemos varios modelos de vehículos, como sedan, microbús o autobús. Existe un tipo de vehículo que es la limusina y que parte de una modificación de algún modelo sedán de lujo, sea un Cadillac, un Mercedes, un Bentley o un Rolls Royce.
La modificación consiste en dividir el coche en dos partes y alargarlo hasta donde lo permita la seguridad y la estabilidad del vehículo. Son conducidos por un chófer profesional en un espacio separado del resto del vehículo. En este otro espacio y para comodidad de los pasajeros podemos añadir todo tipo de elementos como sofás enfrentados para crear un salón, el equipamiento completo para funcionar como una oficina, pantallas, minibar y hasta un jacuzzi.
Para comodidad de los pasajeros, las limusinas pueden tener una oficina totalmente equipada o hasta un jacuzzi
Los propietarios suelen ser grandes corporaciones o los gobiernos, que las ponen a disposición de sus altos ejecutivos o de los magnates e invitados, para transportarles con lujo y seguridad. Los colores originales eran negro o blanco, pero actualmente utilizamos también otros colores.
En cuanto a su uso, desde su primera aparición, las limusinas han estado vinculadas a las personas adineradas y famosas. Sin embargo, desde los años 90 del siglo pasado podemos alquilarlas para muchos eventos como bodas o despedidas de solteros, por lo que disfrutarlas está al alcance de todos.
Historia de la limusina
Las primeras limusinas fueron coches tirados por caballos, que las personas de alto rango social utilizaban para viajar como vehículo cómodo para asistir al teatro, a la ópera o a celebraciones.
Los antiguos coches a caballo de lujo comenzaron a llamarse limusinas por la capota que protegía al chófer
Su lugar de origen fue la región de Limousine en Francia, donde los campesinos utilizaban una capucha para protegerse de la lluvia. Los coches de caballos llevaban una capota con la misma función, para guarecer al chófer que iba sentado en una banqueta, por lo que adoptaron ese nombre.
El elevado estatus social de los dueños de las limusinas exigía que el conductor, llamado chauffeur, no pudiera ser cualquier persona. Era un personaje con maneras, de porte elegante, servicial, muy educado y particularmente discreto. Esta costumbre dio origen a una nueva profesión especializada, el chófer, a quien se le exigen cualidades parecidas. Va de impecable uniforme y debe abrir y cerrar las puertas del vehículo para los pasajeros.
Al aparecer los coches de motor mantuvimos la esencia de la antigua limusina tirada por caballos. Siguió siendo un vehículo de lujo, para uso de unos pocos y con un chófer idóneo que conducía en un compartimiento distinto al de los pasajeros. El primer vehículo que se dividió en dos para alargarlo y convertirlo en limusina fue un Lincoln Continental. Esto sucedió en el año 1954 y se consideró un récord entre los vehículos de lujo.
Las limusinas son coches divididos alargados que suelen derivar de modelos de Cadillac, Rolls Royce o Mercedes
Con el moderno alquiler de coche con conductor, mantenemos en esencia el lujo y la distinción de los vehículos originales, pero ahora equipados con las comodidades modernas.